La industria tecnológica todavía siente los efectos de la crisis de financiamiento que atravesó en 2022 y 2023. En un contexto desafiante, la planificación estratégica se vuelve un aliado indispensable.

La euforia y la efervescencia que vivió el sector tecnológico durante 2020 y 2021 quedaron en el pasado. Desde hace dos años la industria enfrenta tiempos turbulentos marcados por una desaceleración que afectó significativamente su dinámica. Diversos factores, tanto macroeconómicos como geopolíticos, convergieron para generar un impacto palpable tanto en grandes compañías como en el mercado en general.

La situación macroeconómica global impuso limitaciones al mercado IT. La inflación que prevalece en la mayoría de los países, el aumento de las tasas de interés y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania crearon una tormenta que afectó mucho al sector.

A eso se suma la crisis a nivel global de la cadena de suministros, con la escasez de chips como principal obstáculo que, si bien pareciera estar retomando su curso normal, las limitaciones aún persisten y afectan el desarrollo y la disponibilidad de productos tecnológicos.

El panorama laboral se vio especialmente afectado por despidos masivos a lo largo de 2022 y gran parte de 2023. A pesar de las expectativas de que el nuevo año traería cierta estabilidad, el 2024 ya registró 49 mil 386 despidos en 186 compañías tecnológicas, según datos de Layoffs.fyi, con grandes nombres como Paypal, Spotify, eBay y Snapchat como protagonistas.

La gestión del talento en la industria tecnológica se ve influenciada no solo por factores económicos sino también por la creciente importancia de la inteligencia artificial (IA). La carrera por la IA empujó a muchas empresas a cambiar sus recursos y centrarse en el talento especializado, lo que repercute en ajustes de plantilla.

A pesar de la reducción de empleos, se observa un fenómeno dual en la industria: mientras algunas empresas eliminan puestos de trabajo, otras están contratando en áreas clave, especialmente relacionadas con la inteligencia artificial. La esperanza desde el sector está puesta en que en el mediano plazo la Reserva Federal de Estados Unidos inicie recortes en las tasas de interés y el entusiasmo vuelva a ser el sentimiento predominante.

Cómo elaborar un plan estratégico para impulsar el crecimiento

Frente a este contexto, las empresas deben darse el tiempo para pensar, planificar y desarrollar estrategias que les permitan dar vuelta la página rápidamente. 

Todavía con un panorama incierto en el corto plazo, y con el flujo de financiamiento aún en espera, las compañías deberán ser muy cuidadosas este 2024 para aceitar nuevamente la maquinaria y alcanzar un ciclo de crecimiento. 

Según EY, los líderes deberán concentrarse en cuidar de sí mismos y de sus equipos. Proporcionar el nivel adecuado de apoyo emocional. Esta es un maratón, no una carrera de velocidad, y eso requiere resistencia física y mental para competir en un mercado abarrotado y en tiempos difíciles.

El escenario es otro -muy diferente a la atmósfera entusiasta de 2021- y es posible que los mercados hayan cambiado significativamente, pero esto no debería desalentar los planes de las organizaciones para ir en búsqueda de sus públicos objetivo y alcanzar sus metas comerciales. La clave será mantenerse despiertos en el panorama actual y buscar aliados estratégicos que permitan elevar su negocio.

En ese sentido, la consultora recomienda continuar buscando consejo y asesoramiento de inversores, miembros de juntas directivas y compañeros emprendedores. Además, rodearse de expertos puede hacer la diferencia. Compañías como Zubia ofrecen servicios especializados en planificación estratégica, generación de demanda y transformación digital comercial para ayudar a las empresas a recuperar el impulso comercial.

De la mano de expertos, el siguiente gran paso para diferenciarse en esta coyuntura es identificar y trabajar en una propuesta de valor efectiva. Hacerlo resulta primordial para lograr que los clientes los elijan frente a la competencia. Otra clave en ese camino está en conocer al prospecto comercial: la información se transformará en un aliado para salir a vender. 

Las empresas de high tech exitosas utilizan la planificación estratégica para dirigir su crecimiento y desarrollo a largo plazo y sus procesos de planificación se vuelven más sofisticados a medida que crecen. 

Un paso a paso para tiempos de crisis

Por último, estos nueve pasos que propone la firma de consultoría Gartner proporcionan una guía mediante la cual los líderes pueden garantizar un enfoque riguroso de la planificación, incluso en industrias como la de IT:

1) Delinear las expectativas
Se debe definir claramente el contexto del negocio desde el principio para todos los stakeholders, a fin de evitar malentendidos.
2) Verificar el contexto de negocios
Tener en claro, sobre todo, la misión y visión de la compañía y asegurar que ese mensaje llegue a todo el equipo.
3) Establecer metas y objetivos
Una vez que esté claro el plan empresarial, se podrá evaluar el estado actual de las actividades, identificar el estado futuro y establecer metas y objetivos en consecuencia.
4) Evaluar las capacidades
Identificar las capacidades funcionales clave necesarias para ejecutar el plan de acción.
5) Desarrollar un plan de acción
Esta es la etapa en la que las metas y objetivos se traducen en pasos de acción detallados con responsabilidades asignadas. Este plan de acción funcional debe ser un documento formal que resuma la secuencia de pasos o iniciativas necesarias para alcanzar un objetivo.
6) Establecer medidas y métricas
Asegurarse de que las medidas y métricas sean lo suficientemente completas para tener en cuenta diversidad de variables y sacar conclusiones que mejoren las decisiones.
7) Escribir la estrategia en una (sí, una) página
Indicar de forma sencilla y clara los elementos clave del plan estratégico: dónde está la organización funcional, hacia dónde se dirige y cómo llegará al estado futuro.
8) Llevar el plan a casa
Los objetivos y la estrategia se deben evangelizar a lo largo y ancho de toda la compañía. 
9) Prepararse para responder al cambio

Una vez que se adopta y comparte el plan estratégico, es fundamental medir el progreso con respecto a los objetivos, revisar y monitorear el plan para garantizar que siga siendo válido y adaptar la estrategia a medida que cambian las condiciones comerciales.

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