Dentro del modelo de negocios B2B, la imagen y reputación corporativa no dependen únicamente del producto o servicio. Las personas también ocupan un lugar esencial en la construcción del posicionamiento que ayudará a fortalecer los negocios de las empresas. Este enfoque, en 2025, se verá reflejado en el desarrollo de la marca personal.
Los líderes de las organizaciones y sus equipos tendrán la oportunidad -y el gran reto- de guiar este cambio a través de decisiones estratégicas estrechamente vinculadas con la construcción de la marca personal de cada miembro y que impulsen finalmente el reconocimiento de la empresa.
La marca personal en una empresa B2B se refiere a la forma en que los individuos dentro de la organización, especialmente líderes y altos ejecutivos, construyen y comunican su identidad profesional y sus valores. Esto incluye cómo se perciben en el mercado, la reputación que cultivaron y cómo esas percepciones pueden influir en las decisiones de negocios y relaciones comerciales.
Si bien el concepto de marca personal no es nuevo, en 2025 jugará un papel muy relevante e influyente en el posicionamiento de las empresas. La razón es simple: los clientes actuales y futuros valoran más la autenticidad y el impacto personal de quienes dirigen y trabajan en las organizaciones.
Para quienes ejercen el liderazgo ejecutivo de una empresa o equipos, tener una marca personal fuerte puede ser un imán de talento y nuevas oportunidades de negocio. Al ser percibidos como referentes de innovación y liderazgo, no solo elevan su perfil, sino también el de la empresa a la que pertenecen. Al crear credibilidad y confianza en su sector, permiten que la compañía sea reconocida por su experiencia y autoridad en el mercado.
Sin embargo, no solo los líderes tienen la responsabilidad de construir una marca personal fuerte. En 2025, cada colaborador será un embajador de la marca corporativa. Con el auge de las redes sociales y plataformas profesionales, ellos pueden aumentar su visibilidad y aportar al posicionamiento de la empresa al compartir conocimientos, logros y participar en conversaciones relevantes para el sector.
Las organizaciones visionarias deberán incentivar a sus colaboradores a desarrollar su marca personal de manera estratégica. No se trata solo de mejorar el perfil de cada talento, sino de utilizar estos activos como un motor para el crecimiento.
Las empresas que inviertan en programas de formación y apoyo para que sus colaboradores desarrollen habilidades de comunicación y liderazgo serán aquellas que consigan destacar en un mercado cada vez más competitivo.
Los colaboradores que se sienten valorados y empoderados para representar a su empresa suelen estar más comprometidos y satisfechos con su trabajo, lo que se traduce en una mayor productividad y menor rotación de personal, de acuerdo con un informe de McKinsey & Company.
Uno de los elementos que marcará la diferencia en la construcción de marcas personales será la autenticidad. A medida que el marketing se vuelve más orientado a lo personal y lo relacional, la capacidad de los líderes y colaboradores de mostrar una personalidad auténtica, con valores claros y una narrativa coherente, será lo que realmente atraiga a las audiencias.
En este sentido, los líderes tendrán un rol fundamental al diseñar estrategias que permitan visibilizar el talento interno de la empresa que la diferencia del resto de sus competidores. Un equipo con una fuerte presencia individual online puede influir directamente en la percepción de la empresa y atraer a nuevos clientes. Las redes sociales y plataformas como LinkedIn serán piezas clave para difundir este tipo de mensajes.
Además, cuando los talentos comparten contenidos auténticos relacionados con su industria, aportando valor a las conversaciones y demostrando su conocimiento, la empresa se beneficia al asociarse con expertos reconocidos.
Para que la marca personal sea un activo estratégico, es importante que los esfuerzos de los líderes y colaboradores se alineen con los objetivos corporativos. No basta con que un director tenga una gran presencia online si sus valores y actividades no están en sintonía con la visión y misión de la empresa. Algunas recomendaciones para lograrlo incluyen:
El impacto de una marca personal fuerte no es inmediato, pero su valor a largo plazo es incalculable. Una empresa cuyos líderes y colaboradores son vistos como expertos en sus respectivas áreas, que aportan valor de manera constante y mantienen una comunicación auténtica, logran captar la atención de nuevos clientes y fidelizar a los existentes.
En 2025, la marca personal será un factor decisivo para el éxito en el posicionamiento de las empresas B2B, permitiendo a los altos cargos destacarse, generar confianza y establecer relaciones comerciales más sólidas.
Una estrategia bien estructurada de marca personal puede ayudar a consolidar la reputación de la empresa y sus líderes, influyendo directamente en la percepción del mercado.
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